viernes, 11 de febrero de 2011

Llevarán mañana a la Virgen de la Candelaria a Boca de Pascuales

11 de Febrero 2011
fuente: Diario De Colima



Juvenal MARTÍNEZ SÁNCHEZ

Con esta peregrinación concluyen los festejos en honor a la santa patrona de los tecomenses

TECOMÁN, Col.- Mañana sábado terminan oficialmente los festejos en honor a la Virgen de Santa María de la Candelaria, para lo cual, miles de fieles católicos irán en peregrinación a pie al balneario de Boca de Pascuales, cargando la imagen peregrina en andas; partirán del templo Santo Santiago a las 6 de la mañana.
Los peregrinos participarán en una misa para dar gracias a su santa patrona por haberlos salvado del maremoto del 22 de junio de 1932; esto al filo de las 9 de la mañana.
De acuerdo a datos proporcionados por Teófilo Cervantes Pisano, quien por muchos años ha estado ligado a los festejos de la Virgen de la Candelaria, además de que actualmente es el cronista municipal, ésta será la peregrinación número 51 que se realizará de manera continua, aunque oficialmente iniciaron en 1955, pero que reiniciaron después del ciclón de 1959.
“Alguien que tuvo mucho qué ver en esta procesión fue Simona Chávez García. Quizás el nombre por sí solo no les dice nada, sobre todo a las nuevas generaciones, pero si hablamos de Simonita la de El Real, muchas personas se darán cuenta de que estamos hablando de aquel milagro del 22 de junio de 1932, cuando a decir de ella, y está asentado en el libro Así Era Tecomán, del doctor José Salazar Cárdenas (QPD), se le conoce como ‘El Milagro de Simonita la de El Real’”, manifestó.
Narra en su libro Salazar Cárdenas, que Simonita era originaria de Morelia, pero por azares del destino se vino siguiendo a un militar que enviaron a Manzanillo, del que estaba enamorada, por lo que al llegar al puerto, ya lo habían cambiado al regimiento, a otro lugar.
Agregó que Simonita se vino caminando por la playa, llegó a El Real, donde después de pasar una serie de penurias se quedó, y al final se acomodó en una choza que le construyeron los salineros, a quienes después les preparaba los alimentos.
Asimismo, comentó que en 1932, al terminar la temporada de la sal, se quedó sola como cada año, por lo que al registrarse un pequeño temblor de mediana intensidad y después el maremoto, el padre José María Arreguín, párroco de Tecomán, salió rumbo a El Real y en el camino se encontró a Simonita, quien venía de rodillas al pueblo, por lo que le pidió que se pusiera de pie y él siguió al balneario.
Al llegar Simonita a la iglesia, continuó diciendo Teófilo Cervantes, “agradeció a la Virgen por el milagro, pero al salir a la puerta de su choza, vio como una inmensa ola salía y milagrosamente se abrió donde estaba ella, sin causarle ningún daño, ni a ella, ni a la choza, al mismo tiempo que se apareció la Virgen colocando su mano en el hombro y le dijo: ‘No temas, nada te pasará’”.
Refirió que a las personas que veía Simonita la virgen les decía, “la virgen estuvo en el mar y quien lo dude, que vea los pies de la imagen” y al hacerlo, los tenía húmedos e impregnados de arena”.
Víctima de los años, en 1942, Simonita la de El Real, falleció en Tecomán, apoyada por el señor Rafael Venegas, propietario de varios pozos de sal.
Es así como ha crecido la devoción por la Virgen Santa María de la Candelaria, de ahí que cada año, después de los festejos del 2 de febrero, miles de persona acuden a Boca de Pascuales a dar gracias a la sagrada imagen por haberlos salvado del maremoto del 22 de junio de 1932, fecha fatal que devastó la población de Cuyutlán.

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